Mexicano de pura cepa, soy ingeniero de profesión y desde 2016 he llevado la música conmigo a distintas ciudades de México, Estados Unidos y Europa.

Sonorense

Año de Nacimiento.

Nacido en Ciudad Obregón.

Nací en Ciudad Obregón, Sonora, y crecí entre sus calles y el ejido Atotonilco, donde la música siempre fue parte del aire. Desde niño, supe que llevaba ese don en la sangre. Mi padre, aunque no se dedicó profesionalmente, fue un gran amante de la música: cantaba, escribía canciones y vivía con una pasión que me marcó desde pequeño. La música, más que una elección, fue una herencia que me fue encontrando a su manera dado a que cuento con muchos familiares que se dedican o dedicaron activamente al negocio de la música por muchos años (cantantes, músicos y productores).

Mis influencias musicales van desde los grandes del regional mexicano —Ramón Ayala, Lalo Mora, Miguel y Miguel, Hijos de Barrón y Los Hermanos Vega— hasta sonidos de otros mundos que me inspiraron por su energía y autenticidad: Cypress Hill, Dr. Dre, Panteón Rococó, La Maldita Vecindad, Metallica e Iron Maiden. De esa mezcla de estilos nació mi identidad: un artista que honra las raíces del norte, pero que también explora nuevas formas de expresión sin perder el alma.

Desde el año 2016 he vivido en ciudades como Ciudad Obregón, Monterrey, Saltillo y Tijuana formando parte de distintos proyectos como Grupo La Rueda, Los Jefes de Sonora y Grupo Grandeza, además de colaborar como músico con Carmen Jara y Martín Ayala y su grupo Tierra Yaqui. Cada experiencia me enseñó algo distinto sobre el poder de la música, sus distintas variantes regionales y sobre la importancia de nunca dejar de aprender y siempre mantener los pies en la tierra mientras se sueña en grande.

He tenido el honor de presentarme en escenarios de México y Estados Unidos, incluyendo la Feria de Saltillo, el Quebradita Time Fest en Anaheim, la Feria del Condado de Kern en Bakersfield y los Broadway Nights Live en Los Ángeles. Cada presentación ha sido una oportunidad para compartir lo que más amo: canciones que nacen del alma y conectan con la gente, mi gente.

Hoy, como Cesar Grandeza, sigo construyendo un camino donde la música sea un puente de luz, sana convivencia y autenticidad. Porque más allá de los géneros o las modas, la música es herencia, es historia y es lo que nos mantiene vivos.